Francisco
del Rosario Sánchez es uno de los grandes próceres republicanos de la
historia dominicana. Héroe del 27 de febrero de 1844, hombre de acción y,
como Duarte, Mella, Cabral,
Pimentel, Manzueta, Adón y otros, expresión auténtica de dominicanidad y de
vocación patriótica, republicana y revolucionaria. Su vida como hombre público
fue honesta, incorruptible e inmaculada y fue marcada por su comportamiento
valiente, temerario e ingenuo.
Nació
en Santo Domingo el 9 de marzo de 1817, durante los últimos años del
período colonial conocido como la España Boba. Fue el primer hijo de la
unión de Narciso Sánchez, tablajero de profesión, y Olaya del Rosario,
ambos personas de color. En el acta bautismal de Olaya del Rosario aparece como
"parda libre", lo que implica su ascendencia africana. Cuando se unió
a Narciso, ya era madre de un hijo a quien su compañero le dio su apellido.
Francisco nació antes de que sus padres contrajeran matrimonio.
Poco
sabemos de su niñez y adolescencia sino que, en los primeros años de su
juventud fue "peinetero en concha" y, a los 22 años, escribiente del
Estado Civil. Fue discípulo del padre Gaspar Hernández.
No se
conoce cuando comenzó su relación con Juan Pablo Duarte pero el hecho
de que no figuró entre los fundadores de la sociedad secreta "La
Trinitaria" en 1838, hace pensar que se conocieron después de esa fecha.
De todas formas, al ampliarse los trabajos de esa organización patriótica
Sánchez se convirtió en un Trinitario en quien Duarte confiaba plenamente. Poco
tiempo después de iniciados los trabajos que persiguen la separación y la
independencia, pasó a ser el segundo jefe del movimiento. Extiende sus
actividades de proselitismo e información fuera del ámbito de la ciudad de
Santo Domingo.
Luego
del triunfo del movimiento "reformista" que derrocó el gobierno
de Boyer, cuando Charles Herard viaja a la parte Este, Sánchez,
perseguido, sale de Los Llanos y se dirige a Santo Domingo, cruzando a nado el
río Ozama y avisa a Duarte de la llegada de Herard. Buscado por las autoridades
se esconde y logra evadir la persecución haciendo correr el rumor de que había
muerto a consecuencia de enfermedad repentina.
Ausente Juan
Pablo Duarte del país, asume la dirección del movimiento independentista
que había entrado en su última y más peligrosa etapa. Desde su escondite dirige
con serena actitud los preparativos del proyecto. Preside las reuniones del
grupo y amplía contactos con representantes del sector social más importante de
la ciudad. Mella le
presta efectiva y oportuna colaboración. Para los primeros días de enero de
1844, redacta Sánchez el Manifiesto de Independencia que será publicado con
fecha del 16 de ese mes y, a petición de Mella, es enviado a Tomás
Bobadilla para su corrección.
Culminan
en febrero los preparativos, y en reunión celebrada la noche del 24, en la que
se toman las decisiones finales, el grupo de valientes elige a Sánchez,
Comandante de Armas con el rango de coronel, lo que constituyó un
reconocimiento expreso a su jefatura política y militar. A esa reunión
asistieron además de Francisco del Rosario, Mella, Vicente Celestino Duarte
(hermano de Juan Pablo), los hermanos Puello y los de la Concha (Jacinto y
Tomás), Juan Alejandro Acosta y otros. A proposición de algunos de sus
compañeros entre los cuales figuraron Félix Mercenario, Manuel María
Valverde, Manuel Jiménez y Mariano Echavarría, se convino que
Sánchez presidiera la Junta de Gobierno que debía dirigir los destinos de la
naciente república. Es significativo señalar que los proponentes y la totalidad
de los que aceptaron, en términos sociales, tenían más categoría que Francisco
del Rosario, pero eso no les impedía reconocer las condiciones de liderato del
joven conjurado.
Investido
de esa autoridad, comparece la noche del 27 a la puerta de El Conde y encabeza
todas las actividades. En la madrugada del 28 sus manos juveniles (apenas tiene
27 años), izan la Bandera Nacional al amparo del lema de ¡Dios,
Patria y Libertad! En ese momento inmortal, presidida por Francisco
del Rosario Sánchez, quedó fundada la República Dominicana.
Una
vez que la Independencia es proclamada, se reorganiza la Junta Central
Gubernativa en la cual se imponen los representantes del sector social más
influyente; solamente Sánchez y Mella representan la línea independentista.
Tomás Bobadilla sustituye a Sánchez en la presidencia, borra el decreto de
exilio y ordena el regreso de Duarte al país.
El 14
de marzo arriba Duarte al puerto del Ozama. Sánchez y Mella suben a
bordo de la goleta a recibir al compañero y líder del movimiento. Duarte se
integra a la Junta y, nombrado General de Brigada, es destinado a Azua junto a
Pedro Santana que hace días funge de general en jefe del naciente Ejército
Libertador. Comienzan las contradicciones y los sucesos internos de Haití le
dan un respiro a los dominicanos.
Mella,
actuando en el Cibao Central como jefe político y militar, recibe a Duarte y lo
proclama Presidente de la República en una decisión precipitada y emotiva. Se
rompe el precario equilibrio que imperaba en el gobierno colegiado, en el cual los
republicanos eran minoría, y se produce un golpe de Estado que lleva a la
presidencia a Francisco del Rosario Sánchez.
La
Junta integrada por patriotas republicanos es desconocida por Pedro
Santana quien regresa de Azua y toma la ciudad de Santo Domingo. Reducidos
a prisión, algunas voces proponen que sean fusilados. El 22 de agosto de 1844,
apenas seis meses después de haber sido fundada la República, sus auténticos gestores,
encabezados por Duarte, Sánchez y Mella son declarados traidores a su propia
obra política y expulsados de por vida del territorio nacional. El 26 salen
hacia Inglaterra Sánchez, Mella, Pina y otros. Duarte saldrá más
tarde, el 10 de septiembre, hacia Hamburgo. Comienza así un largo calvario para
los próceres de febrero. Duarte regresará, enfermo y solitario, veinte años
después.
La
nave que lleva a Sánchez y Mella naufraga en las costas de Irlanda y los
sobrevivientes, entre ellos los dos dominicanos, llegan a Dublín. En diciembre
de ese año se trasladan a territorio de los Estados Unidos y luego a Curazao.
Permanecen cuatro años fuera del país, hasta que en septiembre de 1848, fuera
Santana del poder, el Presidente Manuel Jiménez decreta una amnistía general
que comprende en primer lugar a Duarte, Sánchez y Mella, así como a Pedro
Alejandrino Pina y Juan Isidro Pérez. Sánchez regresa al país el 8 de noviembre
y Jiménez lo nombra Comandante de Armas, o sea, jefe militar de la ciudad de
Santo Domingo.
Comienza
entonces la vida política partidista del prócer de febrero. En ella participará
hasta el momento de su muerte ocupando importantes posiciones en los gobiernos
de Jiménez, Santana y Buenaventura Báez. Nombrado Fiscal ante el Tribunal de
Apelación de Santo Domingo, será quien llevará la acusación contra Antonio
Duvergé en el primer juicio que le hizo Pedro Santana. Duvergé fue
absuelto. Se hará a partir de entonces Defensor Público y recibirá licencia de
la Suprema Corte de Justicia para ejercer. Autodidacta, aprenderá francés y
latín. Adquirió apreciable cultura y sus defensas como abogado fueron notables.
Desterrado en abril de 1855, regresó al país en agosto de 1856.
Los
ideales independentistas de Sánchez se vieron tirados al suelo cuando Pedro
Santana buscó con la anexión a España, la protección económico-militar. Sánchez
expresa su oposición a las gestiones de Santana. Reducido a prisión en agosto
de 1859 es desterrado de nuevo, por tercera vez, en septiembre de ese año. Se
traslada a Saint Thomas y desde allí comienza, sin recursos económicos, su lucha
contra la traición y venta de la patria. Reclama la unidad de todos los
dominicanos y viaja hacia Haití en busca de ayuda del presidente Geffrard.
Geffrard
vacila y, bajo presión española, ordena que Sánchez y otros dominicanos salgan
de territorio haitiano, pero después, frente a la evidencia de los hechos,
autoriza su regreso y le promete a Sánchez ayuda. El 20 de enero de 1861, éste
publica su manifiesto en el cual afirma, frente a sus enemigos: Yo soy la bandera
nacional. Dos días después, el 22, se integra en Curazao bajo su dirección la
Junta Revolucionaria organizadora de la Revolución de la Regeneración
Dominicana. .
Proclamada
unilateralmente por Pedro Santana, la anexión a España el 18 de marzo, toman
los acontecimientos un rumbo diferente. El 2 de mayo se produce en Moca el
levantamiento de José Contreras, y el 1ero. de junio, en horas de la tarde,
inicia Sánchez su invasión a territorio dominicano. Traicionado y emboscado,
fue hecho prisionero y juzgado por órdenes de Santana. Un tribunal sin
autoridad legal o militar, lo condenó a muerte junto a otros compañeros. En el
juicio asumió la responsabilidad de todos los hechos y pidió clemencia para sus
subalternos.
Murió
fusilado el 4 de julio de 1861 a las cuatro de la tarde, en el cementerio de
San Juan de la Maguana. Fundador y prócer dos veces de la República, con la
entrega de su vida en el martirologio de San Juan, entró en la inmortalidad
como ejemplo inigualable de nuestra historia.